Existen muchas figuras legales, como el bien de familia, que se pueden utilizar para proteger las propiedades de embargos por deudas y de conflictos legales. Sin embargo, no todas las personas tienen conocimiento de esto, y no aprovechan este recurso legal para proteger su patrimonio y el de su familia. En este artículo explicamos qué es un bien de familia, cómo se constituye y cuáles son los requisitos para su inscripción. Además, comentamos sus beneficios legales y sus limitaciones, y compartimos algunas recomendaciones generales para las personas interesadas en el tema.
El bien de familia, conocido también como “Afectación a protección de la vivienda”, según el Portal oficial del Estado argentino, es un recurso que se utiliza para evitar que alguien pueda cobrarse una deuda con la ejecución de la vivienda donde reside una persona o grupo familiar. Esto significa que, al estar protegida bajo esta figura legal, la propiedad no puede ser embargada ni rematada por deudas posteriores a su afectación, salvo en casos excepcionales como obligaciones alimentarias, impuestos o expensas comunes.
Esta herramienta tiene como finalidad garantizar un techo seguro para la familia, incluso en situaciones de inestabilidad económica. Es una medida preventiva, gratuita y accesible que permite resguardar la casa familiar frente a imprevistos legales o financieros, brindando así tranquilidad y estabilidad.
Tal como recién mencionamos, es una herramienta de protección patrimonial. Sin embargo, hay que aclarar que se aplica de manera exclusiva a la vivienda habitual del o los beneficiarios.
Es decir, quienes tienen más de una vivienda solo pueden inscribir una sola. Además, debe estar habitada por el propietario o por algunas de las personas que figuran como titulares o beneficiarios del bien de familia.
Otro punto importante que se debe aclarar, es que las viviendas que se utilizan con fines comerciales o de alquiler no aplican para este tipo de protección.
El trámite es gratuito y no requiere ni de gestores ni de escribanos. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se puede hacer de forma online, mientras que en otras ciudades es necesario acudir de manera presencial a unas oficinas dispuestas para ello.
La lista de beneficiarios del bien de familia incluye tanto al propietario de una vivienda como a su grupo familiar. Si lo desglosamos, podemos resaltar dentro de ellos a:
Cónyuges.
Hijos.
Padres.
Abuelos.
Nietos.
Hermanos.
En cualquiera de los casos, los beneficiarios que formen parte del bien de familia deben habitar la vivienda para poder calificar. Si la persona no tiene un grupo familiar igual puede inscribir el bien de familia en el Registro de la Propiedad, pero solo puede hacerlo a su favor.
Ningún vínculo diferente a los que mencionamos es válido para ser beneficiario del bien de familia. Todo esto está establecido en el Código Civil y Comercial de la Nación Argentina, Ley N° 26.994, en los artículos del 244 al 256.
Aclaramos también que cuando se habla de cónyuges, se reconoce el derecho a la pareja con la que se convive, independientemente de su unión civil.
Aunque tener tu casa protegida como bien de familia es una gran ventaja, hay situaciones en las que esa protección puede dejar de estar vigente. Por ejemplo, si decidís vender la propiedad, donarla o ponerla como garantía en un préstamo (es decir, hipotecarla), automáticamente se pierde la protección.
También puede pasar que dejes de vivir ahí o que hagas el trámite para “desafectarla”, es decir, sacarla voluntariamente de ese régimen. Y ojo: si tenías deudas previas a la inscripción o si debés expensas, impuestos o alimentos, la protección no aplica frente a esos reclamos. No es un escudo total, pero sí una buena defensa en la mayoría de los casos.
Hacer este trámite es mucho más fácil de lo que parece. Solo necesitas presentar algunos documentos básicos:
DNI del propietario o propietarios, y de los beneficiarios.
Los documentos que prueban el vínculo con los beneficiarios, bien sea partidas de nacimiento, libreta o acta de matrimonio, o acta de unión, según corresponda para cada caso.
Documentos originales de la propiedad: escritura, declaración de herederos, u otros.
Otro requisito que debés tomar en cuenta, es que se debe demostrar que efectivamente se vive en el inmueble, para lo cual puede servir algún servicio o certificado de domicilio.
El trámite, tal como mencionamos antes, es gratuito y se hace en el Registro de la Propiedad Inmueble de tu provincia.
Si estás pensando en inscribir tu casa como bien de familia, lo mejor es que te tomes un rato para revisar algunos puntos importantes. Primero, asegurate de que la propiedad esté libre de deudas o embargos previos, porque esos no se borran con la inscripción.
Si hay más de un dueño, todos tienen que estar de acuerdo y firmar. También es buena idea mantener tus datos y los de tu familia actualizados en el registro. Y, por último, recordá que esta medida protege tu casa, pero no reemplaza un buen manejo financiero. Es una gran herramienta, sí, pero conviene usarla con responsabilidad y buena información.